Seguimiento (Lunares)
Monitorea tus lunares con precisión médica y previene riesgos a tiempo.
El Seguimiento de Lunares es un control dermatológico especializado enfocado en la observación, análisis y registro evolutivo de los lunares o lesiones pigmentadas de la piel. A través de una revisión clínica y, en muchos casos, con el apoyo de tecnología de dermatoscopia digital, se realiza un diagnóstico preciso para detectar cambios sospechosos, prevenir el cáncer de piel y garantizar una vigilancia continua del estado cutáneo. Este seguimiento permite identificar variaciones tempranas en forma, color o tamaño, asegurando una intervención oportuna y personalizada.
Duración
30 minutos
Frecuencia
Cada 180 días
Sin imagen
¿Qué es?
Es un procedimiento clínico preventivo que consiste en evaluar y documentar periódicamente la apariencia y evolución de los lunares.
El dermatólogo analiza las características de cada lesión, registra fotografías clínicas y, si es necesario, utiliza herramientas como la dermatoscopia o el mapeo corporal digital para comparar imágenes a lo largo del tiempo.
Su propósito principal es detectar alteraciones sospechosas antes de que representen un riesgo para la salud.
El dermatólogo analiza las características de cada lesión, registra fotografías clínicas y, si es necesario, utiliza herramientas como la dermatoscopia o el mapeo corporal digital para comparar imágenes a lo largo del tiempo.
Su propósito principal es detectar alteraciones sospechosas antes de que representen un riesgo para la salud.
¿Cómo funciona?
Durante la cita, el especialista examina la piel completa, enfocándose en lunares nuevos o con cambios visibles.
Con ayuda de equipos de alta resolución, se capturan imágenes dermatoscópicas que se almacenan para seguimiento comparativo en futuras visitas.
El análisis se realiza con base en los criterios ABCD (Asimetría, Bordes, Color, Diámetro) y otras características clínicas.
Si se detectan irregularidades, se recomienda una biopsia o tratamiento adicional, según el diagnóstico.
Con ayuda de equipos de alta resolución, se capturan imágenes dermatoscópicas que se almacenan para seguimiento comparativo en futuras visitas.
El análisis se realiza con base en los criterios ABCD (Asimetría, Bordes, Color, Diámetro) y otras características clínicas.
Si se detectan irregularidades, se recomienda una biopsia o tratamiento adicional, según el diagnóstico.
¿Para quién es?
Este control está indicado para:
Personas con múltiples lunares o lesiones pigmentadas.
Pacientes con antecedentes familiares o personales de cáncer de piel.
Personas con piel clara, exposición solar frecuente o antecedentes de quemaduras solares.
Quienes deseen llevar un registro médico y preventivo de su piel.
Es un procedimiento recomendado para todos, como parte de una rutina de salud cutánea integral.
Personas con múltiples lunares o lesiones pigmentadas.
Pacientes con antecedentes familiares o personales de cáncer de piel.
Personas con piel clara, exposición solar frecuente o antecedentes de quemaduras solares.
Quienes deseen llevar un registro médico y preventivo de su piel.
Es un procedimiento recomendado para todos, como parte de una rutina de salud cutánea integral.
Cuidados Pre-Tratamiento
Evitar aplicar cremas o maquillaje el día de la cita.
No exponerse al sol o a cámaras de bronceo antes del control.
Retirar esmalte de uñas si se revisarán manos o pies.
Informar sobre antecedentes personales y familiares de cáncer de piel.
No exponerse al sol o a cámaras de bronceo antes del control.
Retirar esmalte de uñas si se revisarán manos o pies.
Informar sobre antecedentes personales y familiares de cáncer de piel.
Cuidados Post-Tratamiento
Seguir las recomendaciones de fotoprotección indicadas por el especialista.
En caso de haberse realizado una biopsia, mantener el área limpia y protegida según las instrucciones médicas.
Realizar autoevaluaciones periódicas de los lunares en casa, observando cualquier cambio.
En caso de haberse realizado una biopsia, mantener el área limpia y protegida según las instrucciones médicas.
Realizar autoevaluaciones periódicas de los lunares en casa, observando cualquier cambio.
¿Qué esperar?
Durante la sesión, el dermatólogo realiza una revisión detallada de toda la piel, desde el cuero cabelludo hasta los pies.
El procedimiento es rápido, indoloro y no invasivo.
El paciente recibe información clara sobre el estado de sus lunares y recomendaciones personalizadas sobre protección solar, cuidados y frecuencia de control.
En caso de hallarse alguna lesión sospechosa, se establecerá un plan diagnóstico y terapéutico oportuno.
El procedimiento es rápido, indoloro y no invasivo.
El paciente recibe información clara sobre el estado de sus lunares y recomendaciones personalizadas sobre protección solar, cuidados y frecuencia de control.
En caso de hallarse alguna lesión sospechosa, se establecerá un plan diagnóstico y terapéutico oportuno.
Resultados
Registro y documentación precisa del estado de los lunares.
Detección temprana de lesiones sospechosas o malignas.
Mayor tranquilidad y control sobre la salud cutánea.
Prevención activa del cáncer de piel.
Educación personalizada sobre fotoprotección y autocuidado.
Detección temprana de lesiones sospechosas o malignas.
Mayor tranquilidad y control sobre la salud cutánea.
Prevención activa del cáncer de piel.
Educación personalizada sobre fotoprotección y autocuidado.
Contraindicaciones
No presenta contraindicaciones absolutas.
Puede posponerse si existe infección cutánea activa o quemadura solar reciente en el área a evaluar
Puede posponerse si existe infección cutánea activa o quemadura solar reciente en el área a evaluar
Mantenimiento
Se recomienda realizar el seguimiento de lunares cada 6 a 12 meses, dependiendo del tipo de piel, antecedentes y resultados del control inicial.
En pacientes con factores de riesgo elevados, puede requerirse un control más frecuente.
El monitoreo constante permite detectar cambios tempranos y mantener una piel sana, vigilada y protegida frente a posibles lesiones malignas.
En pacientes con factores de riesgo elevados, puede requerirse un control más frecuente.
El monitoreo constante permite detectar cambios tempranos y mantener una piel sana, vigilada y protegida frente a posibles lesiones malignas.